domingo, 16 de octubre de 2016

A mis hijas


Aun me sorprendo cuánto he aprendido de vosotras, siendo tan pequeñas.

Caminé un largo sendero
hasta tenerte en mis brazos,
de piel blanca y suave,
de tan delicados trazos,
oliendo a vida,
y a la vida gritando
que aquí estabas,
que habías llegado.

Pero no viniste sola.
Pues al llegar y sin querer
me trajiste la prueba más dura,
y empecé a comprender
que cada día de mi vida
y cada segundo de mi tiempo
lo gastaría para ayudarte
a luchar contra marea y viento.

Ayudarte a pisar
con fuerza por tus senderos
para que nadie se atreva
a decirte que vales menos.
Ayudarte a volar
por cielos de mil colores
para no teñir de uno solo
todo lo que conoces.

Ayudarte a llenar
tu mente con sabiduría,
tu corazón con pasión
y tu alma con valentía.
Para que eleves la voz
cuando luches nuestra batalla,
y que tengas la fuerza
para derrumbar murallas.

Y me prometí aquel día
en el que te conocí tan inocente
que todo este largo camino,
desde que te sentí en mi vientre
hasta que mi luz se apague
lucharía siempre a tu lado,
Para decirles a tus hijas
que esta guerra la hemos ganado.

Pero por ahora...
Pensar en mañana no es tu deber.
Y las horas vuelan sin piedad
mientras no dejas de crecer.
Tú juega, corre, ríe,
y lo que creas imposible
lo pondré a tu alcance
para que sueñes libre.

Ahora sigue jugando
a princesas y dragones
que con el corazón orgulloso
veo como te pones
una corona sobre tu cabeza
pero una espada en tu mano,
para que aun jugando a princesas
puedas seguir luchando.



Siempre fui y seré
tu humilde aprendiz,
porque tú me enseñaste a ser
luchadora... y feliz.










martes, 17 de mayo de 2016

Hermana

Hermana.
La que sabe mi nombre, la que no sabe quién soy.
La que me mira con desprecio, la que me ha sonreído hoy.
Hermana.
La que tanto me enseña, la que me pide aprender.
La que ha abierto los ojos, la que no quiere ver.
Hermana.
La que lucha a mi lado y alza su voz junto a la mía.
La que me dio la espalda aun viendo que me hundía.

Hermana.
La que llora en silencio por miedo a más dolor,
La que supo ser fuerte, la que al fin escapó.
Hermana.
La que quiso traer hermanxs al mundo por amor.
La que duerme tranquila porque dijo “ahora no”.
Hermana.
La que viste como quiere sin preocupación,
La que me llama puta por no seguir un patrón.

Hermana.
La que me ha dado la oportunidad de ver más allá.
La que dejó de lado prejuicios y el odioso “qué dirán”
Hermana.
La que no entiende por lo que luchamos las demás,
La que, a pesar de ello, siempre será una más.
Hermana.
La que sangra sin dolor la palabra revolución.
La que enterramos por ser víctima del falso amor.

Hermanas,
nacidas bajo el mismo cielo, viviendo la misma condición.
Hermanas,
No de la misma madre pero sí bajo la misma opresión.
Hermanas,

No de sangre, pero sí de corazón.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Quererte libre

No te diré que te necesito, porque mi vida no depende de tu cercanía. Pero tu compañía me alegra más que cualquier otra, me hace feliz verte despertar a mi lado y me reconforta pasar las noches junto a ti.


No te diré que lo nuestro sea para siempre. Porque no estamos encadenados el uno al otro. Y quizás un día decidamos tomar sendas distintas. Pero mientras tanto disfrutemos del camino que decidimos, ambos, caminar juntos. Dure lo que dure, el tiempo lo dirá.


No te diré que sin ti no puedo. Porque puedo. Pero contigo es mejor.


No te diré que donde vayas yo iré. Porque quizás no me guste hacia donde vas, y te lo haré saber para que podamos decidir si ir, no ir… o no seguir. Pero mientras vayamos juntos siendo felices viviré cada segundo como si fuese el último.


No diré que seré siempre tuya. Porque soy y seré siempre mía. Puedo ser tu amiga, tu compañera, tu confidente, tu amante. Pero yo, mi esencia, mi ser ya tiene su dueña.


No te diré que te quiero, porque suena a que seas un capricho, un antojo. Y tú eres tú, con tus decisiones, tus ideas, sueños y planes, tu forma de ser y tu manera de ver el mundo. 

Pero sí te diré que te amo. Porque amar es lo que hacen las almas libres.


Y así sí te quiero. Libre.


Vuelvo

Hoy vuelvo al lugar
donde escribir me hace libre,
donde puedo sangrar letras
sin que nadie me mire.

Hoy vuelvo al lugar
donde mi mente abre las alas,
donde mi ser se convierte
en un torrente de palabras.

Hoy vuelvo al lugar
que hace tiempo abandoné,
que hace tiempo necesitaba
para alimentar mi ser.

Hoy vuelvo a ese lugar
donde nadie puede encontrarme,
donde nadie podrá entrar
para herir, para juzgarme.

He vuelto a mi lugar,
a ese rincón del alma,
donde el sentir se convierte en palabras
y mis tormentas, en calma.